Fosfato en piscinas: ¿cómo controlarlo?

Fosfato en las piscinas: ¿de dónde procede?
El fosfato es un elemento abundante en el medio natural, presente en el suelo y el agua. También se encuentra en todos los organismos (animales y vegetales). Incluso es un componente esencial para el mundo vivo, sobre todo para las plantas, que no podrían crecer sin él, y para los seres humanos, que lo utilizan como abono y lo añaden a los productos de lavado (porque elimina los efectos de la cal). Sin embargo, el fosfato no es del todo bueno: puede dañar el medio ambiente si su concentración es demasiado elevada. Difícil de eliminar, este elemento es transportado por el polvo y el agua. Así que es posible encontrar fosfato en su piscina como consecuencia del mal tiempo, el agua de lluvia y la escorrentía del jardín, si la piscina no está protegida por una cubierta...
Tener demasiado fosfato en la piscina es un problema
Hay un viejo dicho que dice que la dosis hace el veneno. Lo mismo ocurre con el fosfato en las piscinas. En bajas concentraciones, no plantea ningún problema. Pero en cuanto su concentración es demasiado elevada, debido a su acumulación a lo largo del tiempo, ¡surgen los problemas! Como ya se ha mencionado, el fosfato «alimenta» a las plantas. Si está presente en grandes cantidades en el estanque, potenciará el desarrollo de las algas (enlace a las algas), que empezarán a proliferar. Aplicar un tratamiento antialgas no será de gran ayuda en este caso, ya que las algas liberan el fosfato en el estanque cuando mueren como consecuencia del producto. Además, el tratamiento con cloro no funciona con el fosfato. Si no consigue eliminar las algas, a pesar de los tratamientos repetidos y aunque sus análisis sean correctos, el exceso de fosfato es la causa más probable…


¿Cómo puedo evitar la acumulación de fosfatos en mi piscina?
Para comprobar que la culpa es del fosfato, primero hay que analizar el agua para determinar su concentración. Puedes medir el nivel de fosfato de la piscina con unas tiras comerciales y asequibles, teniendo en cuenta que lo ideal es que su concentración no supere los 10 g por 100 m3. Si se supera este umbral, puedes aplicar un tratamiento antifosfatos a base de carbonato de lantano, que eliminará el fosfato y matará de hambre a las algas, dejándolas sin nada de lo que alimentarse. La dosis varía según la marca del fabricante y la concentración de fosfato en la piscina, por lo que hay que medirla previamente. Coloque el producto directamente en los skimmers de la piscina mientras el sistema de filtración está en funcionamiento, para una eficacia óptima. Añadir una cubierta a la piscina también puede ayudar a prevenir la acumulación de fosfatos.
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