Agua de piscina lechosa: ¿cómo tratarla?

Agua lechosa en la piscina, podría ser un problema de cal.
Una piscina requiere un mantenimiento regular para preservar tanto la calidad del agua como su infraestructura y sus instalaciones técnicas. Sin embargo, pueden surgir problemas, como el agua lechosa en la piscina. Diversos factores pueden ser la causa de este problema, pero existen soluciones adecuadas para remediarlo.
El agua de la piscina no es una sustancia carente de vida, ya sea orgánica, mineral o física. A veces, esta agua puede degradarse. Puede volverse verde o, en ocasiones, lechosa. En este último caso, el problema puede estar relacionado con la presencia excesiva de cal. Un nivel de cal demasiado alto es, de hecho, la razón más común para la aparición de agua lechosa en la piscina. Para evitar este problema, la prevención es a menudo la mejor solución. Para ello, debe medir regularmente lo que se llama la dureza del agua y conocer su título hidrotimétrico o TH. Este debe estar entre 10 y 20 °f. Si supera este umbral, se pueden producir depósitos de cal que pueden dar lugar a agua lechosa. El uso, dos o tres veces al año, de productos anticalcáreos disponibles en el mercado puede ayudar a mantener un buen TH. Si se ha actuado un poco tarde, piense en desincrustar los diferentes equipos técnicos accesibles. Y si lamentablemente la cal se ha depositado en las paredes de su piscina, será necesario vaciarla completamente para limpiarla eficazmente.
Veiller au pH de votre piscine pour éviter l’eau laiteuse
Otra razón recurrente de la aparición de agua lechosa en una piscina es un desequilibrio en el pH o potencial de hidrógeno. Este pH es una unidad de medida que varía de 1 a 14 y que define el nivel de acidez del agua de su piscina. Nuevamente, un control regular puede evitarle muchos inconvenientes. Es conveniente medirlo aproximadamente una vez a la semana y asegurarse de que el pH se mantenga entre 7,2 y 7,6. Si observa un desequilibrio, será necesario intervenir con un producto corrector específico. Una vez más, encontrará en el mercado soluciones químicas para combatir el agua lechosa, que permiten subir o bajar el nivel de pH de su instalación. Tenga cuidado de seguir correctamente las condiciones de uso de tales productos y el dosaje recomendado para obtener una eficacia óptima.


Algas muertas potencialmente responsables del agua lechosa.
En función de diferentes factores, pueden aparecer algas microscópicas en una piscina. En ese caso, es necesario realizar una cloración de choque para eliminarlas rápidamente y evitar su proliferación. Sin embargo, el resultado de esta cloración de choque puede conducir a un cambio en la calidad del agua, que se vuelve lechosa debido a la presencia de algas muertas. En primer lugar, piense en eliminar la mayor parte de estas algas muertas con una red de malla fina o con un robot limpiador. Dado que esta solución no es necesariamente suficiente para resolver el problema del agua lechosa, el uso de un clarificante para el agua de la piscina puede ser indispensable. También se puede utilizar un floculante. Cualquiera sea la solución elegida, asegúrese de seguir las instrucciones proporcionadas con estos productos. Por último, haga funcionar el sistema de filtración para terminar de depurar el agua de la piscina.
¿Qué es un producto floculante?
El uso de un producto floculante puede resultar muy eficaz para tratar el problema del agua lechosa en una piscina. Concretamente, este producto químico provoca lo que se conoce como floculación, es decir, aglomera todas las pequeñas partículas que turbian la claridad del agua de su piscina. Así se forman partículas más grandes que acabarán depositándose en el fondo de la piscina. A partir de ahí, pueden ser fácilmente aspiradas y eliminadas, ya sea a través de las boquillas de fondo o con un robot mecánico. Cabe señalar que antes de utilizar un producto floculante, es imprescindible detener el sistema de filtración y no bañarse hasta que el proceso de limpieza esté terminado.

Agua lechosa, lo más importante es la vigilancia y la reactividad.
Cualesquiera que sean las razones de la aparición del agua lechosa, este problema se puede resolver con frecuencia de forma preventiva. El mantenimiento de una piscina requiere, por lo tanto, una gran vigilancia en cuanto a la calidad del agua, comenzando por los niveles de pH y TH. Un control regular puede permitirle intervenir rápidamente con los productos adecuados para restaurar la claridad del agua que hace que su instalación sea tan atractiva. Sin embargo, a veces es necesario hacer frente a un problema, y si no sabe cómo proceder, no dude en recurrir a un profesional, ya sea para obtener una simple opinión, consejos sobre los productos a aplicar y su uso, o incluso para una intervención en persona. La calidad del agua de una piscina es un aspecto demasiado importante para ser descuidado, especialmente porque puede dañar las instalaciones técnicas de su piscina.
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